En los últimos años, los equipos de cloración salina han experimentado avances significativos en términos de fiabilidad y funcionalidad, lo que ha facilitado enormemente el mantenimiento.
Un ejemplo destacado de estos avances son las células cloradoras autolimpiables. Estas células utilizan la inversión periódica de la polaridad de la corriente para desprender de forma natural la suciedad de los electrodos, aprovechando el efecto de la electrólisis. Esto ha mejorado significativamente la eficacia y la vida útil de estas células.
A pesar de estas mejoras, en ocasiones, pueden acumularse minerales como la cal u otros sedimentos en los electrodos, lo que puede disminuir la producción de cloro. Por lo tanto, el mantenimiento regular sigue siendo necesario para garantizar un funcionamiento óptimo del sistema de cloración salina.
El mantenimiento regular de estas piezas es esencial para asegurar un funcionamiento óptimo del sistema y prolongar su vida útil. A pesar de la presencia de sistemas automáticos, la limpieza manual periódica sigue siendo una parte importante de la rutina de cuidado necesaria para mantener una piscina con cloración salina en óptimas condiciones.
La cloración salina se ha consolidado como uno de los métodos de tratamiento de agua más ampliamente adoptados en piscinas en la actualidad, y con justa razón, ya que ofrece una eficacia sobresaliente.
Es cada vez más común que las piscinas de nueva construcción integren este sistema desde el principio. Además, muchas instalaciones acuáticas que anteriormente utilizaban cloro convencional están realizando la transición al mantenimiento mediante cloración salina debido a los numerosos beneficios que ofrece.
Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que, aunque este método es bastante autónomo e independiente, aún requiere ciertos cuidados de mantenimiento para asegurar su correcto funcionamiento y prevenir futuros problemas. Uno de los aspectos cruciales en el mantenimiento de un sistema de cloración salina es la limpieza periódica de la célula del clorador salino.
Limpieza célula del clorador salino
La célula del clorador salino desempeña un papel fundamental en el sistema, ya que genera el cloro a partir de la sal disuelta en el agua de la piscina. Con el tiempo, esta célula puede acumular depósitos de minerales y otros residuos, lo que puede afectar negativamente su rendimiento.
Cuando la limpieza automática de las células no logra eliminar los residuos acumulados, el usuario debe realizar el proceso manualmente para mantener la eficiencia del clorador. Aquí se detallan los pasos para llevar a cabo un adecuado mantenimiento de las células de tu clorador:
- Realiza inspecciones periódicas para detectar la presencia de depósitos de cal en la célula.
- Apaga tanto la bomba como el clorador.
- Desconecta la célula, desenróscala y retírala de su ubicación.
- Deja que la célula se seque durante varios días para permitir que las placas acumuladas se desprendan por sí solas o golpéalas suavemente, evitando siempre el uso de objetos punzantes en su interior.
- Si los depósitos persisten, sumerge los electrodos en una solución de ácido clorhídrico y agua. Cuando la cal se desprenda, enjuaga la célula con agua, seca los bornes y vuelve a instalarla en el clorador.
Siguiendo estos pasos de mantenimiento, asegurarás que tu clorador salino funcione de manera eficaz y prolongará su vida útil.
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